Cuando le dicen a una persona que tiene cáncer, el diagnóstico no sólo le afecta a usted sino también a su familia y amistades. Puede que se sienta asustado, inseguro o molesto sobre los cambios indeseables que el cáncer traerá a su vida y a la de ellos.
No existe nada que sea justo sobre el cáncer y nadie merece padecerlo. Resulta difícil enfrentarse a un diagnóstico de cáncer y padecer esta enfermedad no es fácil.
Cuando usted descubre que tiene cáncer, sus creencias personales y experiencias son las que le ayudan a determinar lo que esto significa para usted y cómo va a manejarlo. A medida que se enfrenta a su propia mortalidad y con los muchos requerimientos del cáncer, usted puede que se aferre más a sus creencias religiosas, valores personales y familiares, así como a lo más importante de su vida. Aceptar el diagnóstico y descubrir lo que el cáncer significará en su vida es un reto.